Alternancia
fantástica de mundos presente en la narrativa de Cortázar
Andrea Lecaro
Ilustración: Mario Lazcano - ilustrelazcano.blogspot.com |
Al acercarnos por primera vez a la figura de este escritor argentino, es
difícil no quedar atado por el hilo
narrativo de sus historias y su giro revolucionario en la creación de las
mismas. En el 82, pronunció en una
conferencia el elemento primario de su obra narrativa: “Lo fantástico y lo misterioso no son solamente las grandes
imaginaciones del cine, de la literatura, los cuentos y las novelas. Está
presente en nosotros mismos, en eso que es nuestra psiquis y que ni la ciencia,
ni la filosofía consiguen explicar más que de una manera primaria y
rudimentaria[1]. Es
a partir de esta aseveración que nos meteremos en su universo ficticio y los
elementos constituyentes del mismo: la alternancia de mundos unida a su fijación con estructurar personajes
dobles, pero únicos.
Tzvetan Todorov, en su obra “Introducción a la
literatura fantástica” nos introduce a una visión totalizadora de este
elemento: “Lo fantástico es la vacilación
experimentada por un ser que no conoce más que las leyes naturales, frente a un
acontecimiento aparentemente sobrenatural”. Si relacionamos esta afirmación
con lo que nos plantea Julio Cortázar en la gran mayoría de sus cuentos,
podemos notar que se cumple en gran medida. En el cuento “Carta a una señorita
en París” el narrador en una especie de crónica diaria, le relata a Andrée (la
dueña del departamento en que vive) sobre la condición fatal que sufre. Este
constantemente vomita pequeños conejitos, que lejos de ayudarle, terminan
apoderándose del lugar y generan un estado de vida caótico para el narrador.
Sin embargo esto lejos de asustar al protagonista, se convierte en una especie
de hábito “Las costumbres, Andrée, son formas concretas del ritmo, son la cuota
del ritmo que nos ayuda a vivir. No era tan terrible vomitar conejitos una vez
que se había entrado en el ciclo invariable, en el método[2]”.
Es aquí donde nosotros como lectores, nos cuestionamos el plano en que nos
encontramos y esta vacilación, de acuerdo a Todorov, implica ya una entrada al
universo fantástico. Julio C. (1982) también
se pronuncia al respecto en unas conferencia: “Ese sentimiento, que creo se refleja en la mayoría de mis cuentos,
podríamos calificarlo de extrañamiento; en cualquier momento les puede suceder
a ustedes, les habrá sucedido, a mí me sucede todo el tiempo, en cualquier
momento que podemos calificar de prosaico, en la cama, en el ómnibus, bajo la
ducha, hablando, caminando o leyendo, hay como pequeños paréntesis en esa
realidad y es por ahí, donde una sensibilidad preparada a ese tipo de
experiencias siente la presencia de algo diferente, siente, en otras palabras,
lo que podemos llamar lo fantástico”[3].
Tampoco podemos dejar a un lado que
estas nuevas configuraciones de lo irreal, lejos de plantear una nueva visión
sobre lo fantástico, generan en el lector, dudas sobre la misma interpretación
de lo real y cognoscible.
Lo extraño constantemente está sobrevolando los
relatos de Cortázar y esto se ve presente en los mundos-espacios alternados,
que confunden o re direccionan al lector. El mejor ejemplo de esto podemos
verlo presente en el cuento la continuidad de los parques. En primera estancia
se nos presente la mirada del lector, que llega a casa, habla de manera breve
con el mayordomo y se sienta en un sillón para disfrutar de sus lecturas. Más
adelante el narrador nos plantea la convivencia de dos personajes literarios. Finalmente
los dos espacios se fusionan entre sí y se crea una atmósfera confusa, en que
lo extraño entra en el plano de lo “real literario” y genera una amalgama de la
vida de los amantes con el lector en el sillón.
Este prácticamente está leyendo ficción, pero nosotros los lectores – en
términos reales- nos damos cuenta que sobre él se gestando un crimen, y los
amantes están prestos a matar al lector protagonista. Aunque realmente puede a
ciencia cierta, resultarnos confuso, esta alternancia de mundos es sin duda muy
necesaria para construir un sentido fantástico.
De igual forma en el relato “El otro cielo”, el narrador protagonista vive
entre los dos cielos: el cielo real, de Buenos Aires en el año 1945,
coincidiendo con la Segunda Guerra Mundial, y el otro cielo, lleno de las
galerías de París en el final de siglo XIX. En el primer mundo, el protagonista
es un corredor de Bolsa, vive una vida monótona y apática con su madre y la novia
Irma. En el mundo fantástico, él se encuentra en la bohemia y libertad de los
barrios parisinos, y la pasión de la prostituta Josiane[4].
El autor hace continuamente estas reinvenciones literarias, que generan cierta
intriga en el
lector, por lo que es como si jugará con nosotros y nos llevará de una orilla a
otra. Si leemos este cuento, surge una
búsqueda –casi policíaca- por entender sus
intenciones y sobretodo encontrar si la vida en París del protagonista,
ocurre realmente o todo es parte de un sentimiento de alineamiento fuera de su
monotonía.
Otra característica muy
presente en la narrativa de Cortázar, es la incursión del Doble en la
cotidianidad. En muchas obras literarias, encontramos vigente este pensamiento,
que acepta como real la existencia de dos seres parecidos. Se tenía la creencia
que muchas veces estos dobles, aunque eran idénticos físicamente, sus aspectos
emocionales y acciones eran muy divergentes. El escritor argentino recrea este
elemento, algunas veces, siendo el cuento “Lejana” el más dedicado a este
apartado. La protagonista siente desde
lejos los sufrimientos de su otro “yo”: “Anoche la sentí sufrir otra vez. Sé
que allá me estarán pegando de nuevo. No puedo evitar saberlo (…)”[5]- Otro ejemplo lo podemos
también encontrar en “Los buenos servicios”, donde a madame Francinet, la hacen
sustituir a la madre de un muerto. Además en “las armas secretas” el personaje
principal, Pierre, es confundido y rechazada varias veces, porque la chica
contempla en su rostro, al hombre que ella asesinó, en compañía de otras
personas.
Finalmente solo cabe destacar
una vez más, la importante labor de este
autor en el terreno de lo fantástico, su incidencia al trastocar mundos y su
deseo final en una conferencia en 1982: "Yo los dejo a ustedes con esta pequeña apertura, sobre el misterio y lo fantástico, para que cada uno apele a su propia imaginación y a su propia reflexión[6]”
[1] López, Eugenio. El sentimiento de lo fantástico. Recuperado de http://editorialhylas.escribirte.com.ar/1517/-el-sentimiento-de-lo-fantastico---conferencia-de-julio-cortazar-en-la-universidad-catolica-andres-bello-%281982%29---.htm
(2014)
[2] Cortázar, Julio. Bestiario. Carta a una señorita en París. Grupo
Santillana. (2010) Pág 20.
[3] López, Eugenio. El sentimiento de lo fantástico. Recuperado de http://editorialhylas.escribirte.com.ar/1517/-el-sentimiento-de-lo-fantastico---conferencia-de-julio-cortazar-en-la-universidad-catolica-andres-bello-%281982%29---.htm
(2014)
[4] El puente literario hasta Hispanoamérica. J. Cortázar ´El otro cielo´. Recuperado
de http://peaceloveandwatermelons.wordpress.com/2013/03/25/j-cortazar-el-otro-cielo/
(2014)
[5]Cortázar, Julio. Bestiario. Carta a una señorita en París. Grupo
Santillana. (2010) Pág 37.
[6] López, Eugenio. El sentimiento de lo fantástico. Recuperado de http://editorialhylas.escribirte.com.ar/1517/-el-sentimiento-de-lo-fantastico---conferencia-de-julio-cortazar-en-la-universidad-catolica-andres-bello-%281982%29---.htm
(2014)
TODOROV, Tzvetan. (1980) Introducción a la literatura fantástica. México: Premia
Muy interesante, gracias Ade.
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