Cortázar diría que la novela y el cuento se dejan comparar con el cine y la fotografía, en la medida en que una película es en principio un “orden abierto”, novelesco, mientras que una fotografía lograda presupone una ceñida limitación previa, impuesta en parte por el reducido campo que abarca la cámara y por la forma en que el fotógrafo utiliza estéticamente esa limitación. Decía también que la novela gana por puntos y el cuento por knock-out.
En el e-club de lectura de palabra.lab apelaremos a la brevedad con los dos primeros microrrelatos que leeremos, para luego ser comentados el martes 29 de mayo a las 21h00 (via twitcam) junto con la escritora Solange Rodríguez y nos acompañará un invitado por sesión que en este caso será la tuitera influyente y profesora de literatura: Gaby Silva.
Por qué decidimos empezar leyendo microrrelatos y no cuentos. Porque los escritores Ana María Shúa y Fernando Iwasaki, estarán con nosotros en el mes de agosto para celebrar la construcción de la 1ra. Ciudad Mínima, que se llevará a cabo en Guayaquil del 6 al 8 de agosto, y cuyas actividades les contaremos el mismo martes 29.
Este e-club es gratuito, y reunirá a personas de cualquier punto del país que gusten de la lectura y que quieran acompañarnos en nuestras transmisiones quincenales para intercambiar opiniones sobre los cuentos o minificciones que publiquemos en esta página. Si no pueden acompañarnos el martes, pueden dejar sus inquietudes o lecturas personales en la sección destinada para comentarios.
A leer, señores.
ANA MARÍA SHÚA
La mujer
(Tomado de La Sueñera)
Un hombre sueña que ama a una mujer. La mujer huye. El hombre envía en su persecución los perros de su deseo. La mujer cruza un puente sobre un río, atraviesa un muro, se eleva sobre una montaña. Los perros atraviesan el río a nado, saltan el muro y al pie de la montaña se detienen jadeando. El hombre sabe, en su sueño, que jamás en su sueño podrá alcanzarla. Cuando despierta, la mujer está a su lado y el hombre descubre, decepcionado, que ya es suya.
FERNANDO IWASAKI
La almohada
(Tomado de Ajuar Funerario)
Una noche que no podía dormir mamá me puso «Viaje al centro de la Tierra» debajo de la almohada, y me dijo que si me dormía rápido soñaría con esas aventuras. Y como aquella noche soñé que descendí hasta el centro de la Tierra, desde entonces nunca dejé de colocar debajo de mi almohada los libros, cómics y revistas con los que deseaba soñar.Cuando entré en la universidad descubrí encantado que el truco también funcionaba con los apuntes, los videos y las fotos de mis compañeras. Así me gradué con honores, gané dinero y conseguí todo lo que me propuse, hasta esta noche en que mi esposa me ha amenazado con dejarme si no tiro a la basura mi vieja almohada de cuando era chico. Al menos he logrado que duerma con ella hasta mañana, para que descubra por qué me gusta tanto.
No se imagina lo que he puesto debajo.
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